SOBRE LA AUTORA
Nacida en Escocia hace más de cuarenta años. Escritora de varias novelas y multitud de relatos, crítica literaria, articulista y empresaria, decidió colgar los trastos un buen día y reiniciar una nueva trayectoria como autora. Para su nueva vida en las letras ha adoptado el nombre de Moira para convertirse en la dueña de su destino. (Las Moiras en la mitología griega eran quienes decidían el destino). Su primera novela, Gilda, es una sucesión de acontecimientos y personajes que confluyen en una trama común dominada por la intriga, el sexo y el romance.
SINOPSIS: GILDA
“Personajes con historias independientes que acaban
enlazándose entre sí a todos los niveles. El detective privado, la puta,
la que engaña a su marido mientras éste le engaña con otra, y todo
visto desde los ojos de Gilda, aspirante a artista, y Ariza, detective
privado siempre listo para meterse en la cama de cualquier mujer. Amor,
romance y sexo puro y duro, juntos pero no revueltos... hasta el
inesperado desenlace.”
Tapa blanda: GILDA
"Arqueé la espalda con tanta fuerza que sentí crugir
las vértebras. Me lamió, mordisqueó y chupó hasta el borde del orgasmo,
paseó la lengua por los testículos, subió por el pene y jadeó sobre el
glande. Estaba a punto de estallar; sin embargo, no quería, aún no. La
cogí de la larga melena y tiré para que se pusiera de pie. Lo hizo con
una mirada desafiante y relamiéndose. Me quité los pantalones y la tumbé
encima de la mesa, la abrí de piernas e introduje la cabeza entre
ellas. Besé el interior de sus muslos obligándome a hacerlo con
lentitud, suavidad; sin prestar atención a la mano que intentaba
llevarme más arriba. Ella empujó sus caderas hacia adelante y no tuve
más remedio que centrarme en las braguitas. Las aparté a un lado y el
olor húmedo y punzante a sexo me golpeó. Los labios brillaban vibrantes,
dotados de vida propia. Recorrí la vulva con la lengua y la oí gemir.
Jugueteé con los labios y lamí el clítoris con movimientos circulares
cada vez más rápidos. Ella comenzó a pronunciar mi nombre en susurros
urgentes que subrayaba con un lenguaje que habría sonrojado a un
camionero; yo introduje un dedo, luego dos, presionando con las yemas el
punto exacto que la haría entrar en ebullición, y lamí con más fuerza,
chupé, bebí sus jugos. Ella comenzó a chillar mi nombre, aceleró el
movimiento de sus caderas hasta desembocar en un ruego desesperado:
–¡FÓLLAME, CABRÓN!"
Para seguir y conocer más a la escritora:
Twitter: https://twitter.com/MoiraCooperJ
Muchas gracias por la mención. :)
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