DOS LUNAS PARA SOFÍA "REGINA ROMÁN"

 

SINOPSIS: DOS LUNAS PARA SOFÍA

Sofía conoce el amargo sabor del desengaño e ignora que la vida volverá a darle pronto otra oportunidad.  La aparición de Álex pone su universo patas arriba. Pero las cosas rodeadas de un amor intenso que no atiende a razones jamás son fáciles. Muchas de las personas en las que ellos confían se convertirán en los peores enemigos de su relación. Y Sofía y Álex se enfrentarán a la distancia de forma muy distinta. Mientras ambos tratan de olvidar, la aparición del misterioso Mario podría cambiarlo absolutamente todo.
¿Conseguirán salir del pozo del desamor y abandonar para siempre las relaciones escalón?

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La mayoría de ocasiones cuando estoy leyendo un libro de un escritor que conozco (en persona) me da la sensación de que parte de él/ella está plasmado en sus páginas. Esto me ha ocurrido con Regina y sus Dos lunas para Sofía. He notado la esencia de ella en su obra. Su carisma, su buen humor, su alegría, la forma tan irónica, pero sin llegar a ser borde en que maneja una situación y la manera de decirte una gran verdad, por mucho que duela, de la mejor manera posible.

La novela está narrada en primera persona por la dicharachera Sofía. Una mujer espontánea, que se ríe de sí misma, autocrítica y espontánea. No tiene filtros a la hora de dar su opinión o de cantar las 40. Una mujer que se entrega al 100% y que espera en el prójimo lo mismo. En numerosas ocasiones su generosidad se vuelve en su contra para recibir ataques, desprecios y ninguneos de personas que jamás se hubiera imaginado.

La trama es intensa ya que fusiona muchos sentimientos: intriga, celos, venganza, odio. Además, continuamente va dando pequeños giros que te mantienen en alerta y con la mosca detrás de la oreja. Desde la página uno. Cada personaje principal tiene su propia historia, pero uno en especial no consigue avanzar, provocando que la relación que pueda empezar se alce en unos cimientos frágiles.

Ambientada en Málaga de manera pulcramente detallada, nos hace viajar hasta las calles malagueñas con una facilidad asombrosa. Sofía conoce a Alex en un bar de copas y desde que sus ojos se cruzan salta una chispa que irá en aumento hasta convertirse en un volcán. Poco a poco los encuentros son más seguidos y la relación se afianza hasta que se dejan llevar. Cuando la relación con Álex parece ir viento en popa todos los planetas se alinean y personas que ella no esperaba comienzan a boicotear todos sus encuentros. Esto lleva a Alex a la desesperación y al plan pasotismo. Parece que la relación se enfría y entra en acción Mario, un joven profesor que nos quitará el hipo y con el que viviremos las escenas más ardientes del libro.

¿Con cuál de los dos personajes masculinos me quedaría? Puf, una difícil elección. Por qué creo que ambos poseen cualidades que si las unimos se crearía el hombre perfecto. Uno aporta madurez, sabiduría el otro aporta libertad, locura. Con uno puedes hablar sin aburrirte y recibir a cambio consejos (qué con el otro también) y con el otro podrás bailar, reír y disfrutar sin creer que estás haciendo el tonto. Pero lo que, si es totalmente cierto y es una cualidad que reúnen los dos, es que ambos están locos por Sofía, hasta el punto de qué uno de ellos tendrá que abandonar su camino y dejárselo libre al otro. Ayyyy, si es que suspiré de amor en cada una de sus páginas, 698 para ser exactos.

¿Con cuál de los dos decide Sofía pasar el resto de sus días? Ahhhh, ¡TOP SECRET!

Los personajes secundarios añaden a la obra los momentos de calma y de realidad que Sofía necesita. Tenemos a su gran amiga, con la que te ríes hasta decir basta, Ximena. Este personaje es de aquellos que desprenden ternura por cada poro de su piel y al que le coges un cariño especial. Con ella viviremos momentos también duros, con su propia historia, que tiene para rato. La relación con Sofía se irá afianzando mucho más durante la trama.

Víctor es otro personaje con carácter fuerte que nos dará más de una sorpresa. No quiero dar muchos nombres más, pero si deciros que hay una mujer que os dejará con las patas colgando. De las que son fachada virginal, buenos modales y te juran lealtad hasta la eternidad, pero, ¿será oro todo lo que reluce?

Las escenas sexuales, aunque hay muchísimas, están escritas con tanta delicadeza y con tanto tacto que no se me han hecho pesadas ni me han agotado mentalmente como si lo han hecho otras. Es más, ha habido ocasiones que hasta el vello se me ha puesto de punta al ver el amor que se profesaban en un momento determinado. Otras escenas en cambio, me han subido la bilirrubina por las nubes.

Cómo nota negativa diría que la letra es bastante pequeña, de haber sido un pelín más grande en vez de tener 698 páginas podría haberse quedado perfectamente el 1000. Un libro que a bote pronto puede parecer un desafío por su extensión, pero no os dejéis llevar por las apariencias, porque son páginas divertidas, locas, llenas de amistad, de amor, de sorpresas, de encuentros y de finales de alucine.

¿Conocéis la atracción Shambhala del Port Aventura? Es la montaña rusa más grande del parque y no sé si de Europa, pero da cague del güeno. Diréis, ¿a qué viene esto en una reseña? Pues por el simple hecho de que lo que esa atracción me hizo sentir en su día me ha hecho sentir esta novela. Comienzas en un ligero ascenso, observándolo todo, con el corazón palpitando por no saber que pasar en la cumbre, con las antenas puestas para no perder detalle, con ese nerviosismo tonto por las muestras de amor, con esa inseguridad que proporcionan muchos personajes pero esa adrenalina que complementan otros muchos Y cuando llegas a la cúspide, al punto mayor, cuando sabes que se va a liar parda, entonces ahí te das cuenta de que ni por un microsegundo te arrepientes de haber elegido está lectura. Sin frenos te obligas a llegar hasta el final.