ENTREVISTA A LEO MAZZOLA

Hoy os traigo la última entrevista del mes y con ella me despido hasta el 6 de agosto. Leo Mazzola es un escritor valenciano que nos cuenta sus inicios en el mundo de la literatura, nos habla de su libro y sus próximos proyectos. Disfrutad de ella y ser buenos durante mi ausencia

¿Quién es Leo Mazzola y cómo surge como escritor?

L.M: Leo Mazzola es el pseudónimo de un arquitecto valenciano que un día escribió una novela en lugar de una memoria técnica o un presupuesto. Esta nueva faceta de escritor surgió de forma imprevista y aunque en mi infancia sí que me gustaba escribir historias, mi pasión por la arquitectura hizo que me dedicara por entero a mi profesión.

¿Cuál fue el motivo por el que comenzaste a escribir?

L.M: En primer lugar las circunstancias eran favorables; la crisis en mi sector profesional me facilitó el tiempo necesario para emprender este camino. Pero el verdadero motivo fue la necesidad de exteriorizar una serie de emociones y sentimientos que me embargaban en ese momento. No surgió de forma premeditada, ni siquiera tenía la pretensión de escribir una novela, en realidad me puse a escribir para mí mismo. Fue más tarde cuando concebí la posibilidad de que esos textos que de forma tan espontánea había escrito, conformaran una novela, y una vez terminada pensé que quizá pudiera interesar a alguien leer su contenido.

Los comienzos siempre son difíciles,… ¿Querrías hablarnos de tus primeros pasos en la literatura? Tropiezos, obstáculos...

L.M: No tuve ninguno hasta que llegó el momento de intentar publicar. Hasta entonces había escrito sencillamente lo que salía de mi interior sin condicionantes ni censuras de ningún tipo, ni tan siquiera pensaba en el posible público que pudiera interesarse en la lectura de esta novela, por lo tanto se alejaba y mucho de los estereotipos al uso sobre el género al que podría asimilarse.  Imagino que esa falta de aspecto “comercial” fue una de las causas por las que ninguna editorial convencional se decidió a publicarla, así que recurrí a un sistema de coedición. Pero una vez salió a la venta mi mayor dificultad consistió en darla a conocer. Te voy a contar algo que muy pocos saben, y es que nadie de mi familia ni de mis amistades ha sabido hasta hace muy poco que yo había escrito y publicado una novela. Si a esto le añades que yo desconocía por completo el mundo editorial y no tenía el más mínimo contacto con ninguna persona relacionada con ese medio, ni con los blogs literarios, ni tampoco había estado presente hasta ese momento en las redes sociales como Leo Mazzola, te puedes imaginar lo que me ha costado dar a conocer mi novela.

¿A quién dedicaste tu primer escrito?

L.M: A nadie. Sé que resulta anómalo, y más tratándose de mi primera novela. De haberlo hecho, más que a una persona en concreto se lo habría dedicado a un sentimiento: el amor.

¿En tu faceta de escritor, qué es lo más satisfactorio?

L.M: Conocer a mis lectores, hablar con ellos sobre la novela y los temas que en ella se plantean. Me resulta muy enriquecedor además de gratificante. También me resulta muy satisfactorio conocer personalmente a otros autores. Para mí es un mundo totalmente nuevo y sugerente.

¿Piensas que un escritor debe ser sentimental?

L.M: No soy quién para decir cómo debe ser un escritor. Lo importante para un lector es la historia que se nos narra en el libro, y que esta sea capaz de transmitirnos emociones y sentimientos, de hacernos soñar, de trasladarnos a otro lugar imaginario, de vivir experiencias que no hemos tenido e incluso de hacernos reflexionar sobre nosotros mismos. Pero es evidente que a un escritor, al igual que le sucede a un artista, le resultará muy difícil expresarlo si no se involucra emocionalmente en su obra.

¿Eres espontáneo o siempre necesitas planear?

L.M: En mi primera novela, y en la segunda que publicaré después del verano, he sido totalmente espontáneo. También es cierto que desde el principio tenía muy claro el argumento. Probablemente cuando me enfrente a mi tercera novela sí que haga un planteamiento previo de la historia que quiero desarrollar y de sus personajes.

¿Con qué género te identificas más a la hora de crear tu obra?

L.M: Con el romántico y el erótico. El amor es un sentimiento muy complejo, al igual que el sexo, tanto si surge como consecuencia de aquél o no. Pero eso sí, narrado siempre dentro del contexto del individuo y sus circunstancias.

Además de escribir, ¿dedicas tiempo a leer obras de otros autores?

L.M: Ahora estoy leyendo más que nunca. El hecho de haberme asomado como autor a este mundo literario ha multiplicado mi interés por leer y aprender de otros autores.

¿Cuál o cuáles son tus escritores preferidos?

L.M: No tengo ninguno en especial, el abanico de autores que me gustan es muy amplio. Por citarte algunos te puedo mencionar a  Antonio Muñoz Molina, María Dueñas, Arturo Pérez Reverte, Valéri Tasso…

¿Han influido estos autores en tu forma de escribir?

L.M: Yo creo que no. Ten en cuenta que hasta hace muy poco yo era tan solo un lector más, un consumidor de historias. Ese es uno de los aspectos que más ha cambiado en mi forma de leer. Ahora, casi de forma inconsciente, no solo me recreo en la narración, sino también en su forma de expresarla, en su estilo literario, en la caracterización de los personajes… Quizá ahora sea mucho más influenciable que antes.

¿Cuál crees que es ambiente ideal para escribir?

L.M: En mi caso necesito estar solo y aislado del entorno, sin nada que distraiga mi atención, con la única excepción de la presencia del mar. Contemplarlo me transporta a mi interior, a los sueños, a lo imaginario, y además me aporta la serenidad necesaria para enfrentarme a este reto, al desafío que para mí supone escribir.

Háblanos de AMORES PROHIBIDOS (Diario de un hombre - 1ª Parte). ¿Cómo surgió esta obra?

L.M: Como he mencionado antes surgió como una necesidad vital de exteriorizar ciertas sensaciones y sentimientos. Creo que cada uno de nosotros, en su profesión o quehacer diario, no puede expresar mediante su trabajo el aspecto emocional de nuestro estado de ánimo, de nuestros sueños, ilusiones, miedos, frustraciones y esperanzas. Se necesita de un vehículo, un medio, que permita aflorar estos sentimientos. Todo ese mundo interior nuestro, íntimo y oculto, a veces supone una gran carga emocional que necesitamos aliviar de alguna forma. El amor y el sexo contribuyen en gran medida a colmar esta necesidad, y escribir también. El lector quizá disfrute con las historias que nos narra un libro, pero estoy seguro de que el autor lo ha disfrutado mucho más al imaginarlas, moldearlas como si de una pieza de arcilla se tratase,  crear unos personajes y darles vida. Escribir es muy gratificante, y además, también es terapéutico.

¿En que te has basado para escribirlo?

L.M: En vivencias personales que luego se han ido transformando conforme los personajes crecían y reclamaban su propia voz, alejándose del dibujo inicial con el que nacieron en la mente del autor.

¿Los personajes están basados en alguien real o son completamente ficticios?

L.M: Los personajes son imaginarios, si bien al tratarse de un diario narrado en primera persona, tienden a resultar muy creíbles. El hecho de que las circunstancias de Alejandro, el protagonista principal de esta novela, coincidan de forma intencionada en algunos aspectos con las de Leo Mazzola, contribuye a dotar de mayor verosimilitud a la narración y a las historias que en ella se cuentan.

¿Qué género nunca te atreverías a escribir?

L.M: Quizá el paranormal.

¿Qué opinión tiene sobre una de las amenazas culturales que circulan en la red: el pirateo?

L.M: Como autor lógicamente tengo que tener una opinión de condena hacia estas prácticas, y más cuando hoy en día descargarse legalmente un libro cuesta menos que una caña o unos cigarrillos.

Según tu experiencia, ¿qué competencias debe tener un buen escritor?

L.M: No puedo hablar por experiencia, pero como autor novel considero que un buen escritor debe tener inicialmente una formación literaria adecuada que le permita expresarse correctamente. A partir de ahí el talento y la creatividad serán fundamentales, como también la capacidad de observación, la psicología y, por supuesto, la sensibilidad.

 
¿Cuándo elegiste el título para la novela, durante, antes o después de escribirla?

L.M: Lo elegí cuando llevaba escritas unas doscientas cincuenta páginas. Fue entonces cuando concebí la posibilidad de que esos textos y los que siguieran, finalmente conformaran una novela, y en consecuencia, le di un título, que se ha mantenido inalterable hasta su finalización.

El mercado y la demanda de determinados temas ¿son decisivos a la hora de escribir?

L.M: No es mi caso pero imagino que de alguna manera influyen en el escritor profesional, y sobre todo, por las presiones que pueda recibir de su editorial.

¿Qué estás leyendo en la actualidad?

L.M: “Conquistando lo imposible”, de Abigail Villalba, una joven escritora que conocí en el II Evento B’Radic celebrado este año en Barcelona. Un  libro de género romántico e histórico que de momento me está gustando mucho.

Mójate un poco, ¿has leído algún libro en el que tenias grandes expectativas y al final te decepcionó? ¿Cuál?

L.M: No suelo crearme grandes expectativas cuando me enfrento a la lectura de un libro, de ahí quizá que no me sienta decepcionado cuando no me ha gustado. Es cierto que suele producirse esa sensación cuando un libro ha sido alabado mayoritariamente por las críticas o ha tenido un gran éxito de ventas, ya que entonces esperas mucho más de él. De alguna manera esa expectativa inicial actúa en contra de la objetividad del lector al juzgarlo.

¿Qué es lo más gratificante de tu profesión? ¿Qué es lo más frustrante?

L.M: Lo más gratificante para mi es el contacto con los lectores que me expresan sus opiniones, así como la relación con otros autores. Lo más frustrante es intentar dar a conocer mi novela cuando no dispones de respaldo ni apoyo promocional de ningún tipo. Tienes que realizar un inmenso esfuerzo, en muchas ocasiones baldío,  para llegar a unos pocos lectores.

¿Qué opinas de la lectura en España?

L.M: Las cifras hablan por sí mismas. Cada año se publican menos obras y varias editoriales desaparecen. Los libros se empequeñecen en su extensión para abaratar costes, las tiradas son más cortas, se involucra al autor en la financiación de la edición, las distribuidoras y las librerías marginan las obras autopublicadas… Pero todo esto no es únicamente consecuencia de la crisis económica. La sociedad ha evolucionado hacia unos hábitos de ocio más simples e inmediatos, las nuevas tecnologías y las redes sociales ocupan gran parte de nuestro tiempo libre, y leer un libro requiere tiempo. Así que el panorama no es muy alentador.

Según tu criterio, ¿qué es para ti el término literatura?

L.M: Para mí es una expresión artística, en la que en lugar de usar pinceles, una cámara, o notas musicales por ejemplo, se utilizan las palabras como instrumento para expresar las sensaciones, los sentimientos, las emociones y los pensamientos de su autor. Y además de este aspecto artístico nos aporta también conocimiento, sabiduría, capacidad de reflexión, sentido crítico… La literatura en todas sus formas resulta esencial para la adecuada evolución de una sociedad hacia una mayor libertad de criterio, comprensión y madurez.

 
¿Cuáles son tus próximos proyectos?

L.M: De momento estoy inmerso en los trabajos previos a la publicación de la segunda parte de AMORES PROHIBIDOS (Diario de un hombre) con la que se pone fin a esta bilogía, y que espero esté ya a la venta a finales de septiembre. Después de esto comenzaré a escribir una nueva novela.

Para finalizar, describe en una sola palabra tu libro.

L.M: Auténtico.

YO: Muchas gracias Leo, por dejarte entrevistar por mi y que gracias a ello a través de mi blog te conozcamos mucho más.

L.M:  Gracias  a ti Mari por brindarme esta oportunidad de darme a conocer. La labor de blogs como el tuyo es esencial para la promoción de los autores noveles. Te deseo mucha suerte y éxito con tu blog, un proyecto en el que estás poniendo una enorme ilusión y esfuerzo, y que con toda seguridad será apreciado por tus seguidores.