SINOPSIS: ¡NI LO SUEÑES!Daniela es una joven luchadora con un pasado duro, que a pesar de haber sufrido mucho siempre tiene una sonrisa en los labios. Trabaja como fisioterapeuta en un hospital, y en sus ratos libres, en una casa de acogida para niños sin hogar.En uno de los turnos ingresa el malhumorado y engreído futbolista Rubén Ramos tras haber sufrido una lesión en un partido.Rubén es un guaperas de fama internacional, no sólo por su faceta de jugador, sino también por la de mujeriego y rompecorazones. Cuando llega al hospital se cree con el derecho de exigir, hasta que Daniela se cruza con él y le dice un par de cositas que lo dejan desconcertado.Cuando el futbolista ha de ponerse en manos de un fisio, decide que sea ella quien se ocupe de su recuperación, básicamente porque quiere jorobarla. La estrellita del fútbol es insoportable y Daniela decide vengarse de él con la sonrisa. ¿Por qué darle el gusto de verla ofendida o enfadada? Y justo es eso lo que descoloca al futbolista y lo que le hace ver que el dinero y la perfección no lo son todo en la vida.¡Ni lo sueñes! es una historia intensa y emotiva, que nos demuestra que todos somos técnicamente perfectos y que todas nos merecemos un yogurazo.
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KINDLE: ¡NI LO SUEÑES!
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EN PAPEL: ¡NI LO SUEÑES!
¿Cómo
no he leído este libro antes? Fue lo que pensé una vez lo finalicé.
¡Ni
lo sueñes! Es un libro que me ha tenido con el corazón en un puño toda la
lectura. Me ha resultado una lectura tan placentera, amena y tan real que han
sido los principales motivos por el cual me he emocionado tanto con este libro.
Desde sus primeras palabras.

Daniella,
es una mujer misteriosa, que guarda más de un secreto y detrás de su perenne
sonrisa se esconde una vida llena de amarguras y miedos. Fisioterapeuta de
profesión es la encargada de lograr que el futbolista vuelva a jugar de la
mejor manera posible.
La
relación entre ellos no comienza con buen pie y diálogos cargados de ironías,
humor, piques y celos nos premiaran constantemente. En la primera toma de
contacto Rubén se burla de ella haciendo gala de una inexistente educación y
respeto cuando se mete con su físico que no llega a ser, según él, perfectamente
perfecta como todas las bellas con las que trata. Pero ella en vez de entrar en
su juego y picarse por su afilada lengua, decide premiarlo con una sonrisa,
gesto que lleva a nuestro protagonista a la desesperación. No puede comprender
como consigue siempre sonreír.