SINOPSIS: DEPREDADOR
Cualquier mujer con dos dedos de frente huiría como de la peste de un hombre sexy, arrogante y seguro de sí mismo como Rafa: un depredador, un seductor incapaz de enamorarse.
Laia lo sabe y, aun así, no consigue escapar a su encanto. Separados por 500 kilómetros de distancia, pero unidos por una irrefrenable atracción física, comenzarán una relación que solo se basa en el sexo, pero que poco a poco cambiará la vida de ambos para siempre.
Rafa no cree en el amor y no confía en las mujeres. Laia está dispuesta a demostrarle que está equivocado.
Si hay errores imperdonables que, después de todo, podrías perdonar a la persona que amas, entonces un depredador, tal vez, puede aprender a decir "te quiero".
COMPRAR KINDLE:Depredador: Dime que me quieres
Incluso antes de
salir al mercado, Lucía, me ofreció leer su libro ¿Cómo se supone que agradezco
ese gesto? MILLONES DE GRACIAS.
A ver a ver como
empiezo esta reseña…
Leia está en un
bar con sus amigas cuando un desconocido, Rafa, le tira la copa en lo alto, el
se disculpa, disculpas que no acepta ella, ofreciéndole una copa, que niega
ella, presentándose, que no se presenta ella… En fin, una forma muy peculiar de
empezar con esta historia, rápida y fugaz para los ojos de cualquier lector.
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Imagen codiga de la página oficial de la novela |
Al igual que ha
pasado con otras escritora, en su segunda novela, Lucía ha mejorado muchísimo
la forma de escribir, de describir. Ha madurado muchísimo como escritora. (Esta
reseña la escribir antes de hablar con Lucía, la cual me contó que esta novela
llevaba escrita mucho más tiempo que Empujones de destino y Doce manera de
enamorarse, entonces decidí que a pesar de ser la primera en cuanto a prosa,
diálogos, agilidad es bastante más madura que Empujones de destino (que me
encantó) a pesar de haberse escritor antes.)
La novela está
narrada en primera persona por Laia, que nos va contando su día a día, que le
pareció su primer encuentro con Rafa, sus salidas, sus entradas, sus
pensares…TODO. La escritora utiliza un lenguaje ameno y más amena se hace la
lectura aún. A pesar de sus casi 400 páginas la he devorado en un par de días, ¡si
es que engancha!.
La historia es
muy lineal, no surgen muchos imprevistos, pero como es tan exquisita la
devoramos en cuestión de horas. Es sencilla, con toques de humor, porque
nuestra protagonista sinceramente es la caña de España. Tiene una forma de
plantar, de contestar, de discutir que embriaga.